Viernes 27 de enero.
El extranjero loco - Tony Gatlif - Rumania 1997.
En esta película el personaje principal Stephane, realiza un viaje musical a una comunidad romaní en busca del músico Nora Luca y enfrenta un choque cultural entre la cultura occidental y el pueblo gitano.
La película del director Tony Gatlif es una emocionante aventura que se palpita en cada imagen. Una aventura que uno intuye entre camarógrafos, director y actores, porque principalmente Gadjo Dilo es un manantial de imágenes, sonidos y colores que van tejiendo la trama donde se desarrolla una historia sencilla y emotiva que en realidad pierde su sentido narrativo ante la profundidad de cada escena (o quizás encuentra otra veta) que nos introduce en el mundo gitano con la astucia, la pasión y los extremos de emoción de esta raza.
Sábado 28 de enero.
Woodstock, 3 días de paz y música.
Michael Wadleigh - USA 1970.
El festival de woodstock, fue un acontecimiento irrepetible.
De esa "onda" contagia Michael Wadleigh sus imágenes para transmitir con claridad las sensaciones que en tres días vivieron un millón de jóvenes enamorados de la vida en paz y la música.
El juego es aparentemente sencillo: combinar entrevistas y actuaciones musicales. Pero de ambos extrae Wadleigh auténtico oro, tanto cinematográfico como sociológico. Hippies, yonkis, policías, agricultores, aldeanos, granjeros, limpiadores de retretes, médicos… el plantel de perfiles es completísimo y muy auténtico. Queda reflejado el sentir de una generación que se sentía liberada y deshinibida (se habla sin complejos de sexo, drogas y rock and roll).
Un renovador aire de cine, paz y libertad conducido por el poder de la música.
Domingo 29 de enero.
Blow up, deseo de una mañana de verano Michelangelo Antonioni - Reino Unido 1966.
Adaptación de un cuento de Cortázar que narra la historia de un fotógrafo que, tras realizar unas tomas, descubre una forma irreconocible que resulta ser un cadáver.
Antonioni filma el ambiente londinense de los sesenta. una ciudad delirante: un Londres conmovedor, intrigante, extraño. En un mundo rodeado de vacuidad, pragmatismo y materialismo, El protagonista se mueve como pez en el agua en un mundo hecho a su medida. Sin embargo, y a raíz del intrigante suceso se empieza a plantear, sin darse cuenta, el verdadero sentido de su vida.
Antonioni con su cine indagó en la incomunicación, los pensamientos, las dudas, los silencios, decepciones y puntos de vista personales, transformando a sus protagonistas en observadores imperfectos que se preguntan sobre temas trascendentales para sus contemporáneos. Todos los personajes que transitan parecen irreales o están a punto de ingresar en alguna irrealidad más en consonancia con los sueños que con la vida. Al final cuando el protagonista llega al parque buscando el cuerpo, encuentra al grupo de mimos ocupando una cancha de tenis jugando con raquetas invisibles.
El protagonista observa atentamente hasta que un tiro largo lleva la pelota invisible cerca de sus pies, el la recoge y se las lanza de vuelta, algo en él ha cambiado, ahora es capaz de mirar más allá. En ese juego final el protagonista acaba por intervenir para, después, hacerce invisible, como si hubiese sido expuesto a una ampliación sobre otra ampliación hasta desaparecer y desasirse de la realidad.
